La distribución no consentida de imágenes íntimas representa una forma de violencia de género, intensificada por el uso creciente de la tecnología y espacios virtuales. Reflejo de dinámicas de poder, control y vigilancia en las relaciones personales, este fenómeno cobra nueva magnitud en la era digital, haciendo crucial comprender qué dice la ley sobre difundir fotos sin consentimiento.

El delito de publicar fotos sin consentimiento está reconocido penalmente en varios países y abordarlo implica conocer tanto el impacto en las víctimas como las responsabilidades legales estipuladas en el Código Penal. Este artículo analiza nuestro despacho experto en derecho penal detenidamente las consecuencias legales y penales, así como las estrategias de prevención y protección contra este delito, ofreciendo una guía esencial sobre la gravedad de compartir imágenes íntimas sin permiso.

El delito de difusión no consentida de imágenes íntimas

En España, la ley penaliza el acto de difundir fotos sin consentimiento a través del Artículo 197.7, introducido en el Código Penal en 2015. Este delito se centra en la distribución no autorizada de imágenes íntimas que, aunque obtenidas con consentimiento en un entorno privado, son compartidas sin el permiso de la persona afectada. Los puntos clave de este delito incluyen:

  1. Naturaleza de las Imágenes: No se limita solo a contenido explícitamente sexual, sino a cualquier imagen de carácter íntimo.
  2. Sujetos Protegidos: Tanto hombres como mujeres, independientemente de su estado de relación.
  3. Protección de la Intimidad: Se refiere al derecho de excluir a terceros de ciertos aspectos de la vida privada.
  4. Elementos del Delito: La distribución no autorizada de imágenes íntimas y la violación de la intimidad de la víctima.
  5. Sanciones: Penas de entre tres meses a un año de prisión o multa.

En Argentina, la situación es similar, con un proyecto de ley en el Senado buscando modificar el Código Penal para incluir como delito la difusión no autorizada de imágenes íntimas. Por su parte, la Ciudad de Buenos Aires ya cuenta con una regulación específica que, si bien clasifica la acción como contravención y no como delito, establece penas incrementadas en circunstancias específicas.

La creación de pornografía deepfake, aunque no constituye un delito específico en el Código Penal, puede acarrear consecuencias legales por violar normas de protección de datos y derechos al honor y a la imagen personal, según informa la Universitat Oberta de Catalunya.

Impacto en las víctimas

La difusión no consentida de imágenes íntimas puede desencadenar una serie de efectos devastadores en la vida de las víctimas:

  • Repercusiones Psicológicas: Los afectados por la distribución no consentida de imágenes íntimas pueden experimentar una profunda sensación de violación y humillación. Estos sentimientos pueden llevar a trastornos como ansiedad y depresión, y en casos extremos, a pensamientos suicidas. La atención médica se vuelve esencial para abordar el bienestar emocional y psicológico de los individuos. La Universitat Oberta de Catalunya resalta cómo los deepfakes pornográficos, que han aumentado un 464% entre 2022 y 2023, pueden tener consecuencias psicológicas severas.
  • Estrés y Ansiedad: El ciberacoso relacionado con la difusión no consentida de imágenes íntimas puede causar altos niveles de estrés y ansiedad. Según StopNCII.org, existe una herramienta diseñada para apoyar a las víctimas de abuso de imágenes íntimas no consentidas, generando hashes para detectar y eliminar estas imágenes de ser compartidas en línea.
  • Estigma Social y Discriminación: Las víctimas pueden enfrentar estigmatización social y discriminación, perdiendo reputación y oportunidades profesionales. La AEPD ofrece un canal prioritario con un 85% de éxito en la eliminación del contenido de plataformas y proveedores relevantes. En 2021, la AEPD recibió 377 peticiones a través de este canal, demostrando la necesidad de medidas de protección eficaces.

Consecuencias legales y penales

En España, las consecuencias de difundir fotos sin consentimiento pueden clasificarse en distintos ámbitos legales y penales. Según la gravedad y las circunstancias, estos son los posibles escenarios:

  • Delito Penal: Según el Artículo 197 del Código Penal, la distribución de imágenes íntimas sin consentimiento puede ser considerada como un delito que viola la privacidad de la persona. Las penas pueden variar de tres meses a un año de prisión o multa de seis a doce meses.
  • Ofensa Civil: Las víctimas pueden solicitar indemnización por daños y perjuicios causados, lo que implica una compensación económica por el daño moral sufrido.
  • Infracción Administrativa: La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) puede imponer sanciones por infracciones a la ley de protección de datos, que pueden resultar en multas.

Además, es importante considerar que:

  • Existen excepciones en las que no se requiere consentimiento, como en el caso de figuras públicas o fotos tomadas en lugares públicos.
  • Los terceros que reciban y compartan estas imágenes sin consentimiento también están cometiendo un delito.
  • Las empresas pueden enfrentar multas de hasta 20 millones de euros o el 4% de su facturación anual global por publicar fotos de menores sin consentimiento de los padres, bajo el Reglamento General de Protección de Datos.
  • Las víctimas tienen derecho a tomar medidas legales, como denunciar a la policía, el tribunal o la AEPD, y pueden iniciar acciones legales contra la persona que compartió las imágenes, buscando daños por la violación de su privacidad.

Prevención y medidas de protección

Para combatir la problemática de difundir fotos sin consentimiento, es esencial adoptar medidas de prevención y protección. Aquí se presentan algunas recomendaciones clave:

  • Anonimato en las Imágenes: Si se decide practicar sexting, es aconsejable anonimizar las imágenes para minimizar riesgos. Esto puede incluir evitar mostrar el rostro o cualquier distintivo que pueda identificar a la persona.
  • Denuncia de la Difusión No Consentida: En caso de ser víctima, es crucial denunciar los hechos ante las autoridades competentes para activar los mecanismos legales pertinentes.
  • Uso Consciente del Almacenamiento en la Nube: Es importante ser consciente de dónde y cómo se almacenan las imágenes íntimas, utilizando contraseñas efectivas y revisando la configuración de privacidad de los servicios de almacenamiento en la nube.

La Organización de Estados Americanos (OEA) y Faro Digital han elaborado una guía para concienciar sobre la difusión no consentida de imágenes íntimas, con especial enfoque en adolescentes. Esta guía define el sexting como una práctica legítima relacionada con la libertad sexual y ofrece consejos para minimizar los riesgos asociados a ella.

Por otro lado, la campaña «Si no eres tú, no puedes compartirlas» lanzada por la UNODC española y PantallasAmigas, resalta la importancia de respetar la privacidad ajena, pensar antes de compartir imágenes íntimas y comprender la ilegalidad de poseer o compartir imágenes íntimas sin consentimiento.

Finalmente, es crucial la educación sobre el consentimiento y el respeto por la intimidad para prevenir la distribución no consentida de imágenes. Las redes sociales y las plataformas de comunicación deben implementar medidas para evitar la difusión de imágenes no consentidas. La ausencia de legislación específica deja a las víctimas indefensas ante la pornografía no consensuada, con plataformas que no están obligadas a eliminar dicho contenido a petición. Además, se estima que las consecuencias económicas de los deepfakes ascienden entre 49.000 y 89.300 millones de euros en la UE, lo que resalta la magnitud del problema y la necesidad de abordarlo con seriedad.

El análisis detallado de las ramificaciones legales y personales de la difusión no consentida de imágenes íntimas subraya la gravedad de este delito y el imperativo ético y legal de respetar la privacidad ajena. Los avances en la legislación reflejan un creciente reconocimiento de la necesidad de proteger la intimidad en el ámbito digital, aunque aún persiste la lucha por salvaguardar derechos fundamentales y ofrecer el apoyo necesario a las víctimas. La consulta con profesionales puede proveer orientación legal y psicológica específica, siendo un recurso esencial para los afectados por estos delitos.

Si bien hemos identificado las herramientas y canales a disposición de las víctimas para enfrentar y prevenir estos actos, la comunidad debe persistir en la promoción de una cultura de consentimiento y respeto online. La responsabilidad individual y colectiva, junto con las medidas proactivas de las instituciones, y el asesoramiento legal experto con profesionales como el equipo de TCM Legal, son cruciales para construir un entorno digital más seguro y respetuoso. Para apoyar esta misión, te invitamos a aprender más sobre cómo proteger tu vida digital y tomar acción para erradicar la difusión no consentida de imágenes íntima.


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